viernes, 29 de mayo de 2009

Joan Mateu

La defensa*

Caín, sonría aviesamente cuando el jurado le declaró inocente por el asesinato de su hermano Abel.

Una muy bien estructurada defensa, llevada a cabo por el prestigioso Bufete Plumkier y Asociados, rechazó la acusación aduciendo que no se había encontrado el arma del crimen y que no había beneficio por parte del acusado. Pero lo que acabó por decantar el veredicto fue la nula aportación de testigos de la acusación, a pesar de que ésta quiso llevar al estrado a Adán Y Eva, pero su testimonio como familiares directos estaba invalidado.

Por otra parte, tampoco se aceptó la declaración de la serpiente al no poder poner la mano sobre la Biblia para hacer su juramento.

*Joan Mateu joan@cimat.es

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